Por la compra de tres bragas...regalamos un libro

Revisando el correo diario, me encontré con una peculiar campaña del fomento a la lectura. Debo reconocer, que cuando ví la foto, solté una carcajada.

Sin duda es una buena idea para poner en las manos de cualquier persona a ese gran desconocido, formado por hojas apiladas unas encima de otras y bien encuadernado a la que llamamos libro. Al menos, gracias a esta innovadora campaña, muchos han podido tener la oportunidad de saber como es su textura, peso, grosor, etc..., un primer acercamiento, por así decirlo. No muerden, ¿verdad?.

Es cómico, bastante, pero da que pensar. Pobre señora del puesto de bragas, que se molesta en otorgar a sus clientes un buen nivel cultural, ¡ay si hubiera más personas así!, preocupada por la educación de los demás, probablemente hoy día no habría tantas deficiencias en la comunidad educativa.

Desde aquí le doy las gracias, ojala sigan su ejemplo el resto de comercios, para que cuando nos llevemos un jamón, nos regalen El Quijote o cuando compremos una ristra de chorizos, nos regalen una enciclopedia. Así, poco a poco, aunque en la mayoría de los casos criarían tres capas de polvo, sabrán muchos lo que es tener una fuente de saber ante sus manos, sin jamás molestarse en beber de sus aguas.